L a c A s A d E t e R e S a

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Tras la Justicia por Teresa Israel



La mirada limpia y joven de Teresa Israel

Teresa Alicia Israel, fue una militante comunista y destacada abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre que comenzó su militancia en la FJC. Se había graduado en la Facultad de Derecho de la UBA con uno de los mejores promedios de esa casa de altos estudios, momento en que fue promovida al Partido y a la Comisión Jurídica de la Liga. Investida de las responsabilidades de letrado de filiación a la lucha popular, batalló por la liberación de los primeros militantes presos de la dictadura, sin distinción de credo, ideología o pertenencia partidaria. A lo largo de toda su acción como abogada, Teresa tuvo que enfrentar ataques, amenazas y provocaciones por parte de los matones del Terrorismo de Estado.

Teresa recibiendo su diploma de abogada

En la madrugada del 8 de marzo de 1977, Día Internacional de la Mujer, una patota de la dictadura de Videla ingresó al domicilio de la familia Israel, en la calle Campichuelo y se llevó a Teresa. Su secuestro y desaparición movilizó a familia, Partido, Fede y Liga, pero Teresa aún continúa desaparecida. Sus padres, Clara Berestezki de Israel e Enrique Israel, fueron fundadores de la destacada organización Familiares de Detenidos-Desaparecidos.

Clarita y Enrique, la madre y el padre de Teresa.

Caída la dictadura, se supo que los represores mantuvieron en cautiverio a Teresa en el centro clandestino de detención El Atlético, ubicado en el cruce porteño de Cochabamba e Ingeniero Huergo, donde funcionaban almacenes y un depósito de la Policía Federal y que operaba al mando del Primer Cuerpo de Ejército. Allí sufrió las torturas y las vejaciones con dignidad de militante convencida. Allí fue reconocida por otros prisioneros del horror, familiares algunos de sus defendidos políticos y hoy testigos (los que sobrevivieron) en el juicio.

A casi 33 años del secuestro de la joven abogada, la Justicia argentina ha puesto las miras sobre su crimen en la megacausa denominada ABO (Atlético, Banco y Olimpo), en función de los tres campos de concencentración porteños así denominados, cuyas dolorosas historias se investigan en conjunto. Este juicio empezó en octubre del año pasado y se encuentra hoy en la etapa testimonial, que es inevitablemente lenta porque recoge declaracionjes de los sobrevivientes y de familiares de quienes continúan desaparecidos. Y los casos que la causa se propone esclarecer son 183... Y el de Teresa.

Imputados en la megacausa se encuentran 17 represores, mayormente ex integrantes de la Policía Federal, ex gendarmes y ex oficiales del Ejército cuyos nombres más emblemáticos incluyen a Raúl Mayor Guastavino Guglielminetti, Samuel Cobani Miara, Julio el Turco Julián, Simón, Eufemio Führer Uballes, Eduardo Doctor K Kalinec, Juan Carlos Kung Fu Falcón y Oscar Rolón, todos ellos execrables nombres de perros de la dictadura.

El pasado 9 de febrero, el juicio dio a Teresa Israel la oportunidad de ser oída, aunque en la voz de su hermana Mirta, porque su enorme presencia, claro, es muda. Mirta brindó testimonio, en carácter de familiar de una víctima de los indecibles, contando circunstancias del secuestro de Teresa y haciendo referencia a su historia de vida militante. Referenció, según comentó a Nuestra Propuesta la abogada de la Liga Sabrina Dentone, querellante en la causa, que Teresa «había presentado muchísimos hábeas corpus por compañeros secuestrados y había, inclusive, denunciado ya en el año 76 que en el campo de concentración de Campo de Mayo existían torturas».

El proceso judicial, ante lo abultado del expediente y la larga lista de declaraciones programadas, va para largo. Las declaraciones de los imputados se darán después de la etapa de alegatos, que empieza esta cuando terminan las testimoniales, que recién inician. La sentencia se dictaría, aproximadamente, a mediados de año. Las audiencias a partir de febrero se están efectuando regularmente todas las semanas, en general los martes, miércoles y jueves a partir de las 9 hs. en el subsuelo de los tribunales de Comodoro Py. Allí, 184 almas susurran sus nombres a 17 ancianos asesinos.

Fuente: Semanario Nuestra Propuesta
www.pca.org.ar

FIESTA para festejar, CONCIENCIA para revolucionar!!!

Estalló el verano y el 2010 estalla en el Teresa!!!

Aflojale a las vacaciones, ya empezamos con todo!!!

este próximo sábado hay FIESTA!!!

Estamos juntando unos pesos para organizar nuestro segundo Festival al Aire Libre.

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Impresiones del juicio por Teresa Israel

La siguientes palabras las escribió la compañera Claudia Korol luego de participar junto a Mirta Israel de los juicios que se están llevando adelante sobre causas referidas a la ultima dictadura cívico-militar, en este caso en referencia a los Campos clandestinos de detención de El Atlético, el Banco, y el Olimpo.
La carta esta dirigida a Clara (la de la foto) la mamá de Teresa.



Querida Clarita, te preguntarás por qué te escribo hoy, si nos vimos hace un rato.
Claro, seguramente ya lo sospechás. Seguramente ya sabés que estando en esa sala del juzgado, de todas maneras no estabas.
Hoy compartimos con Mirta el recuerdo de aquel 8 de marzo del 77 en el que secuestraron a Teresa. Estábamos en los tribunales de Comodoro Py, donde después de tantas vueltas se está juzgando a 17 represores, a diecisiete de aquellas bestias que gobernaron como dioses los Campos clandestinos de detención de El Atlético, el Banco, y el Olimpo.
Nombres propios y rostros que durante años vimos en los afiches, en las paredes, cuando clamábamos para que se haga justicia. El turco Julián, Samuel Miara. Clavel. Y otros. Jefes de Policía. Milicos del batallón 601. Despreciables. Llegaron al juzgado con sus manos esposadas. Se sentaron.
Y ahí estaba Mirta, recordando a su hermana Teresa, y recordándote a vos, Clarita, y a tu compañero de toda la vida, Enrique. Todos buscando a Teresa. Y todos y todas buscando justicia.
Los jueces le preguntaron, vos lo viste seguramente, si iba a decir la verdad. ¡Qué broma! Tantos años reclamando verdad y justicia… ¿qué nos van a preguntar? Mirta dijo que sí, que lo juraba por los 30.000 y por Julio López, y por Luciano Arruga.
Cuánto esperaste este momento Clarita. Cuánto hiciste por abrir paso a la Justicia. Como animadora de la Comisión de Familiares de Presos y desaparecidos por razones políticas. Como militante de los derechos humanos. Como mamá de Teresa, la abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, secuestrada aquel 8 de marzo del 77.
Contó Mirta que Ana María Careaga vio a Teresa en el Atlético. Contó que Teresa cantaba el principito. Contó pedacitos de historias que reconstruyeron quienes la vieron con vida en el campo de concentración. Y contó de esa Teresa que salía a cualquier hora a buscar a los presos, por las comisarías del barrio.
Qué decirte Clarita? Cuando partiste pensé que te llevabas el dolor de la injusticia que te tocó tan cerca, como para hacer de esa búsqueda toda tu vida. Dijo Mirta que la injusticia sigue, porque Teresa, sigue desaparecida.
Hoy, cuando nos vimos en el juicio, pensé que ahí andarías buscando la lista de todos los represores que todavía no fueron juzgados, los que quedaron fuera de estos juicios, los que zafaron por una u otra causa. Pero que de todas maneras, al ver a Mirta hablar fuerte y segura, al ver a los torturadores con sus manos esposadas, podrías respirar un poco mejor, podrías tener un descanso. No el descanso de quien cree que la justicia ya llegó. El descanso de quien sabe que la justicia es una obra cotidiana.
Y si no descansás, Clarita, porque nunca fue tu costumbre hacerlo, pienso que hoy estarás abrazando a Teresa en algún lugar de la memoria. Y que allí, en ese lugar desconocido, sabrás que su mirada clara, su palabra rebelde, hoy regresó en las palabras de Mirta, para seguir andando, como siempre, entre todos y entre todas las que luchan.
Nos vemos, que el juicio continúa… y la lucha por la justicia también.




Claudia Korol

Musica de Chile en el Teresa!!!



Fabiola Gonzalez "La Chinganera, es quizás, la voz mas representativa de la música folclórica chilena de hoy, desde Concepción, Chile, nos trae la belleza del canto y la hermosa y sensible condición de la cueca.
En esta oportunidad se presenta en la Ciudad De Buenos Aires, junto al trovador argentino Alejandro Jusim.